Como cocinar congelados en una freidora sin aceite

Una freidora sin aceite es simplemente una versión de un horno de convección, que es diferente de un horno convencional y ofrece algunas ventajas. El aire caliente circula gracias a una resistencia que se encuentra normalmente en la parte superior y distribuye el calor a los alimentos a cocinar. En un horno de convección, se instala un ventilador interior que hace circular el calor alrededor de los alimentos que se están cocinando. Esto acelera el tiempo de cocción y hace que los alimentos se doren más uniformemente.

Por lo tanto, a pesar de su nombre, una freidora de aire no fríe los alimentos, pero sí les confiere un bonito crujido y es perfecta para recetas al horno, fritas o a la parrilla. Debido a su rápido tiempo de precalentamiento, a su cómodo tamaño y a su diseño fácil de usar, las freidoras de aire se han convertido en un aparato imprescindible para cocinar alimentos congelados.

Pero a pesar de lo sencillos que son los alimentos congelados, pueden acabar mojas o poco apetecibles si no se preparan bien. A continuación te explicamos cómo hacer que los alimentos congelados estén siempre deliciosos con tu freidora sin aceite.

Ajuste la temperatura y el tiempo de cocción

Dado que una freidora de aire es esencialmente un horno de convección, el tiempo de cocción recomendado en el paquete será demasiado largo. Además, los ajustes de calor en muchas freidoras de aire alcanzan un máximo de 205 grados, por lo que tendrás que tener en cuenta esto en la forma de preparar sus alimentos. Dicho esto, hay algunas pautas generales que es útil conocer.

Si el paquete recomienda un ajuste de calor que su freidora de aire puede alcanzar, reduce el calor entre 20 y 35 grados y comienza reduciendo el tiempo a la mitad. De este modo, podrás comprobar cómo está la comida y decidir cuánto tiempo necesita para cocinarse.

Cuándo y cómo utilizar el aceite

De la misma manera que recubres ligeramente la sartén o la parrilla con aceite , es conveniente hacer lo mismo en la freidora de aire. Dicho esto, sólo es necesario un ligero recubrimiento y si estás haciendo comida que ya tiene algo de aceite, puede que no lo necesites. 

Evita sobrecargar la cesta

Preparar alimentos congelados en la freidora de aire es, en general, una forma muy cómoda de cocinar. Sin embargo, no caigas en la tentación de llenar demasiado la cesta de la freidora sin aceite, ya que el calor podría no cocinar los alimentos de manera uniforme, lo que daría lugar a un aperitivo o comida menos sabrosa. 

En su lugar, para los alimentos empanados o envueltos (como los nuggets o las croquetas) llena la cesta más o menos hasta la mitad y agítala a mitad de la cocción. Sin embargo, si tu comida es abierta (como los calamares a la romana) no hace falta removerlo. 

Precalienta tu freidora sin aceite

Los alimentos congelados son naturalmente más propensos a volverse blandos a medida que se descongelan, ya que liberan agua. Aunque la buena noticia es que evitar este obstáculo no es difícil. Basta con precalentar la freidora de antemano, ya que el calor elevado evaporará más rápidamente el agua de los alimentos congelados. 

Algunas freidoras de aire no tienen un ajuste de precalentamiento, pero puedes abrir la cesta y estimar su temperatura o utilizar un termómetro apto para el horno para obtener una lectura más exacta.

No todos los alimentos congelados se hacen igual

verduras congeladas cocinadas en airfryer
No es sencillo cocinar verduras en una airfryer

Entre los alimentos congelados, hay muchas opciones que se cocinan perfectamente en la freidora de aire. Por ejemplo, cualquier cosa precocida, empanada, envuelta o del tamaño de un bocado es una gran opción. Entre ellos se encuentran aperitivos y alimentos como albóndigas, palitos de pescado o patatas fritas. Sin embargo, las verduras congeladas pueden ser un poco más complicadas, ya que tienden a secarse o empaparse.

Antes de decidir si poner o no una verdura congelada en la freidora de aire, es útil pensar en sus propiedades inherentes. Por ejemplo, el brócoli tiene unos brotes diminutos y delicados, por lo que se puede adivinar que cuando se calienta se vuelve seco.

Por otro lado, una verdura como el calabacín retiene mucha agua, por lo que puede resultar que queden como húmenos; a menudo es mejor guardar verduras congeladas como éstas para sopas, guisos o batidos.

Deja un comentario